Trucos para entrenar en vacaciones sin tener que divorciarte

Llegan las vacaciones y todos empezamos a hacer planes de fin de semana con nuestra pareja. Puede que algunos hayan planificado su temporada para pasar las vacaciones sin tener que entrenar mucho, pero otros que estén preparandose para competencias a realizarse en Febrero o Marzo, estarán de lleno en su fase de entrenamientos.

Nos sentamos en el sofá con nuestra pareja, nos ponemos a buscar el sitio ideal, y evaluamos las opciones.

No nos sirve cualquier hotel, no queremos los destinos que la gente “normal” suele querer y a veces planificar el fin de semana puede ser más complicado que conseguir un alfiler dentro de un pajar. Hoy vamos a analizar cómo podría ser la planificación de un fin de semana para un triatleta en fase de entrenamiento y su pareja.

1. Encontrar un hotel que tenga accesos con buenas carreteras

Necesitamos hacer la salida en bici del sábado y necesitamos saber qué recorrido vamos a hacer y que eso no nos suponga tener que rodar por carreteras sin asfaltar o sin arcén. No es necesario decir que la bici debe poder dormir en nuestra habitación de hotel. Eso está claro.

2. Hotel junto a lugares de ocio

Aprovechas que a tu pareja le gusta ir de compras, leer, ir al spa o tomar el sol para darle esquinazo y hacer tu entrenamiento. Puedes intentar que parezca no planificado, aunque esto sólo puede funcionar la primera vez. Puedes buscar, por ejemplo, un hotel que esté cerca de un centro comercial, y si te dice que quiere ir de compras le dices que mientras tanto tú entrenas. Otra opción es preguntarle si se va a llevar un libro para leer bajo la sombrilla. Eso te dará una horita o dos donde meter un buen rodaje o unos largos en aguas abiertas. Incluso puedes hacer largos de bici. El regaño te lo vas a llevar igualmente si llegas en una hora, en dos o en tres, así que una vez montado en la bici no hay vuelta atrás. Importante no olvidar la sombrilla y una silla muy cómoda. Los hoteles con wifi y una buena televisión, te pueden sacar del apuro.

3. Nada de lugares super remotos

Todo el mundo quiere ir a la playa más chica, escondida, solitaria y perdida del mundo. Creemos que cuanto más estrecho y rocoso sea el camino hasta llegar a la playa, mucho mejor será el día. Somos como Colón descubriendo cosas. Pero eso nos crea un problema importante que es que tenemos que ir cagando hasta allí con la sombrilla, las sillas, la nevera y, claro está, con el neopreno, y al final seguramente no se pueda nadar porque está lleno de rocas. Los triatletas queremos playas amplias y cercanas a la carretera principal por si hay que hacer un rodaje suave a media tarde.

4. Cuidado con las comilonas

Si consigues convencer a tu pareja para quedarte en las playas mas concurridas, es probable que te encuentres con cientos de tentaciones comunes de estos sitios. Estamos en pleno entrenamiento y por supuesto tenemos que evitar las fritangas y variados playeros.

5. Copitas al anochecer

Vas a la playa, solecito, música…apetecen copitas y caipirinhas. Ya no sólo de noche, sino viendo el anochecer. Tu pareja quiere celebrar que le dieron el fin de semana libre y quiere emborracharse y trasnocharse, y mientras, en tu cabeza, sólo piensas en la cantidad de azúcar que tiene un gin-tonic y en no acostarte demasiado tarde porque al día siguiente madrugas para la tirada larga. Cuidado con la cantidad de alcohol.

La otra opción que tienes es convencer e involucrar a tu pareja en el triatlón, así te podrás ahorrar este tipo de problemas y además tendrás una compañera de deporte que te acompañará y apoyará en tus metas en este deporte.

Importante: Si estas lejos de tu competencia (5 meses o mas) puedes disfrutarte tus vacaciones sin hacer largos de bicicleta y sin entrenar en la playa, aunque debes ser consciente con la comida y el alcohol. Una hora de entrenamiento funcional o de cardio en la mañana no le hace mal a nadie.

Referencia: www.planetatriatlon.com

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